El suelo es uno de los ecosistemas más
diversos y complejos que existen en la naturaleza; en ningún sitio del planeta
existe en un pequeño espacio con tanta diversidad de vida. La compleja naturaleza física y química, su estructura porosa y
el suministro de materiales orgánicos extremadamente diferentes, proporcionan
una heterogeneidad de alimento y de hábitat que permiten en él la coexistencia
simultánea de una gran diversidad de flora y fauna.1
En el suelo se desarrollan organismos que
se encuentran en permanente interacción y que contribuyen a los ciclos globales
que hacen posible la vida en el planeta, son los llamados organismos edáficos, los
que en su conjunto mantienen el funcionamiento sustentable de los ecosistemas. Por
ejemplo, intervienen en los ciclos de nutrientes, regulan la dinámica de la
materia orgánica, retienen carbono y regulan la emisión de gases invernadero,
modifican la estructura física del suelo y actúan sobre el régimen del agua y
la erosión. En consecuencia mejoran la eficiencia en la adquisición de nutrientes
por parte de las plantas y su estado sanitario.1
El tamaño del cuerpo de los organismos
varía desde aquellos que son invisibles al ojo humano, como las bacterias, algas,
hongos y protozoarios, los de tamaño relativamente mayor pero que aún no son visibles,
como los nematodos y los microartrópodos, hasta organismos de gran tamaño- y
fácilmente visibles - como por ejemplo las lombrices, los insectos y las raíces
de las plantas (Figura 1).1
Figura 1. Tamaño del cuerpo de los organismos del suelo.
Tomado de La Biodiversidad del Suelo. 1
En el suelo se abrigan infinitas
relaciones y formas de vida, desde la macrovida hasta la microvida: mamíferos,
artrópodos, moluscos, lombrices, algas, amebas, hongos, actinomicetos,
bacterias y raíces integran el suelo en gran parte, y de ellos depende la vida
en el Planeta. El suelo es el lugar donde están contenidos todos los procesos
biológicos, bioquímicos y energéticos para que el mundo mineral y el mundo vivo
se encuentren en estrecha relación. Las infinitas relaciones y reacciones
energéticas y bioquímicas de la microvida en el suelo permiten la incorporación
de la materia orgánica al mundo vivo, e igualmente hacen posible que se fusione
la energía química y la materia mineral de la tierra, la energía del sol y la
materia mineral y orgánica de la tierra.2
El conjunto de organismos que viven parte
o toda su vida en la superficie o dentro del suelo construyen una trama
organizada en diferentes niveles, de acuerdo al tamaño de los organismos. El
primer nivel está integrado por los productores primarios que toman la energía
del sol para fijar el dióxido de carbono, es el caso de las plantas. El segundo
nivel lo ocupan los consumidores primarios que utilizan directamente los recursos
provenientes del metabolismo vegetal vivo o de desechos y residuos vegetales y
animales. Estos organismos tienen distintas estrategias: intervienen en la
descomposición, o son patógenos o parásitos de plantas o se alimentan de
raíces. El tercer nivel está compuesto por los fragmentadores de las partículas
y los depredadores de niveles anteriores. El cuarto y quinto nivel está constituido
por los depredadores (Figura 2).1
Figura 2. Macro y microorganismos del suelo.
Tomado de Google Imágenes.
El número y el tipo de organismos presentes
y su nivel de actividad varía con las características del suelo que habitan. Esto
depende por ejemplo de la disponibilidad de aire, la temperatura, la acidez, la
humedad, el contenido de nutrientes y los sustratos orgánicos que posee el
suelo así como del tipo de clima, la vegetación y el grado de perturbación que
presenta. Por lo tanto, cada ecosistema tiene
una trama trófica única, con una particular proporción de bacterias, de hongos
y de los otros grupos y determinado nivel de complejidad dentro de cada grupo
de organismos. La trama trófica del suelo tiene mayor tamaño y complejidad
cuando más recursos son adicionados a la base.1
En este sitio se aborda la biología del suelo de acuerdo al tamaño de los organismos presentes en el mismo. Así, los temas tratados hacen referencia a la macrobiología y a la microbiología del suelo.
Referencias
En este sitio se aborda la biología del suelo de acuerdo al tamaño de los organismos presentes en el mismo. Así, los temas tratados hacen referencia a la macrobiología y a la microbiología del suelo.
Referencias
1. Zerbino, Stella. Altier, Nora. La
Biodiversidad del Suelo. Su Importancia para el Funcionamiento de los
Ecosistemas. Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), Urugay.
2. Restrepo Rivera, Jairo.
Pinheiro, Sebastião. Agricultura
Orgánica. Harina de Rocas y la Salud del Suelo al Alcance de Todos. Satyagraha
Juquira Candirú, primera edición. Octubre del 2009.