viernes, 7 de marzo de 2014

INTRODUCCIÓN

El suelo es uno de los ecosistemas más diversos y complejos que existen en la naturaleza; en ningún sitio del planeta existe en un pequeño espacio con tanta diversidad de vida. La compleja naturaleza física y química, su estructura porosa y el suministro de materiales orgánicos extremadamente diferentes, proporcionan una heterogeneidad de alimento y de hábitat que permiten en él la coexistencia simultánea de una gran diversidad de flora y fauna.1

En el suelo se desarrollan organismos que se encuentran en permanente interacción y que contribuyen a los ciclos globales que hacen posible la vida en el planeta, son los llamados organismos edáficos, los que en su conjunto mantienen el funcionamiento sustentable de los ecosistemas. Por ejemplo, intervienen en los ciclos de nutrientes, regulan la dinámica de la materia orgánica, retienen carbono y regulan la emisión de gases invernadero, modifican la estructura física del suelo y actúan sobre el régimen del agua y la erosión. En consecuencia mejoran la eficiencia en la adquisición de nutrientes por parte de las plantas y su estado sanitario.1

El tamaño del cuerpo de los organismos varía desde aquellos que son invisibles al ojo humano, como las bacterias, algas, hongos y protozoarios, los de tamaño relativamente mayor pero que aún no son visibles, como los nematodos y los microartrópodos, hasta organismos de gran tamaño- y fácilmente visibles - como por ejemplo las lombrices, los insectos y las raíces de las plantas (Figura 1).1

Figura 1. Tamaño del cuerpo de los organismos del suelo.
Tomado de La Biodiversidad del Suelo. 1

En el suelo se abrigan infinitas relaciones y formas de vida, desde la macrovida hasta la microvida: mamíferos, artrópodos, moluscos, lombrices, algas, amebas, hongos, actinomicetos, bacterias y raíces integran el suelo en gran parte, y de ellos depende la vida en el Planeta. El suelo es el lugar donde están contenidos todos los procesos biológicos, bioquímicos y energéticos para que el mundo mineral y el mundo vivo se encuentren en estrecha relación. Las infinitas relaciones y reacciones energéticas y bioquímicas de la microvida en el suelo permiten la incorporación de la materia orgánica al mundo vivo, e igualmente hacen posible que se fusione la energía química y la materia mineral de la tierra, la energía del sol y la materia mineral y orgánica de la tierra.2

El conjunto de organismos que viven parte o toda su vida en la superficie o dentro del suelo construyen una trama organizada en diferentes niveles, de acuerdo al tamaño de los organismos. El primer nivel está integrado por los productores primarios que toman la energía del sol para fijar el dióxido de carbono, es el caso de las plantas. El segundo nivel lo ocupan los consumidores primarios que utilizan directamente los recursos provenientes del metabolismo vegetal vivo o de desechos y residuos vegetales y animales. Estos organismos tienen distintas estrategias: intervienen en la descomposición, o son patógenos o parásitos de plantas o se alimentan de raíces. El tercer nivel está compuesto por los fragmentadores de las partículas y los depredadores de niveles anteriores. El cuarto y quinto nivel está constituido por los depredadores (Figura 2).1


Figura 2. Macro y microorganismos del suelo.
Tomado de Google Imágenes. 


El número y el tipo de organismos presentes y su nivel de actividad varía con las características del suelo que habitan. Esto depende por ejemplo de la disponibilidad de aire, la temperatura, la acidez, la humedad, el contenido de nutrientes y los sustratos orgánicos que posee el suelo así como del tipo de clima, la vegetación y el grado de perturbación que presenta. Por lo tanto, cada ecosistema tiene una trama trófica única, con una particular proporción de bacterias, de hongos y de los otros grupos y determinado nivel de complejidad dentro de cada grupo de organismos. La trama trófica del suelo tiene mayor tamaño y complejidad cuando más recursos son adicionados a la base.1

En este sitio se aborda la biología del suelo de acuerdo al tamaño de los organismos presentes en el mismo. Así, los temas tratados hacen referencia a la macrobiología y a la microbiología del suelo.

Referencias
1. Zerbino, Stella. Altier, Nora. La Biodiversidad del Suelo. Su Importancia para el Funcionamiento de los Ecosistemas. Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), Urugay.

2. Restrepo Rivera, Jairo.  Pinheiro, Sebastião. Agricultura Orgánica. Harina de Rocas y la Salud del Suelo al Alcance de Todos. Satyagraha Juquira Candirú, primera edición. Octubre del 2009.