Microflora


La microflora del suelo está compuesta por cinco grandes grupos de organismos microscópicos: las bacterias, los hongos, las algas, los actinomicetos, y los liquenes.


La relación hongos/bacterias es característica de cada ecosistema; los suelos agrícolas y pastoriles generalmente están dominados por bacterias, en tanto los suelos forestados, tienden a tener una alta proporción de hongos.
La Microflora del suelo tiene una tarea importante en la construcción del suelo, por medio de la desintegración de rocas, así como en el desarrollo ultimo de éste, especialmente en la construcción de suelos fértiles. 

a) Bacterias

Las bacterias son organismos unicelulares de tamaño muy pequeño (aprox. 4 a 5 micras), presentes en el suelo en número muy elevado; una cuchara de suelo productivo puede contener de 100 millones a 1 billón de bacterias. Se presentan en diferentes formas que varían desde redondas, bacilares o espiriladas, sin embargo en el suelo predominan en forma de bacilos, formando esteras, masas amorfas o filamentosas denominadas colonias alrededor o sobre las partículas de suelo. 1

Las bacterias se pueden clasificar en diversos grupos funcionales: 

1. La mayoría de las bacterias son descomponedores primarios y utilizan compuestos orgánicos simples tales como exudados de raíces o residuos frescos de plantas; obtienen su energía por medio de la oxidación de los elementos inorgánicos presentes en el suelo (NH4, S, Fe y CO2). 

-Bacterias formadoras de nitritos y nitratos.
-Bacterias oxi-reductoras de azufre y del hierro.

-Bacterias que descomponen compuestos hidrogenados.

2. El segundo grupo de bacterias son mutualistas, se asocian con las plantas para recibir mutuo beneficio relación conocida como simbiosis. El ejemplo más conocido son las bacterias fijadoras de nitrógeno llamadas rizobios, que forman nódulos en las raíces de las leguminosas. Estas bacterias utilizan los compuestos de carbono elaborados por la planta, y fijan nitrógeno libre, haciéndolo disponible para la misma.

-Bacterias fijadoras de nitrógeno.
-Bacterias que requieren de nitrógeno fijado.
-Bacterias formadoras de esporas: aerobias y anaerobias.
-Bacterias que no forman esporas: aerobias y anaerobias.

3. El tercer grupo de bacterias son patógenas de las plantas, invaden los tejidos vegetales y causan enfermedad afectando el rendimiento y la calidad de los cultivos.
El número de bacterias presentes en el suelo es variable ya que es función de muchos factores de desarrollo, sin embargo la mayor población bacteriana radica en los horizontes más superficiales del suelo gracias a que la mezcla de materia coloidal, mineral y orgánica es casi siempre un medio óptimo para el desarrollo y crecimiento de las bacterias. 2

Influencia en el suelo: Las bacterias participan en múltiples transacciones orgánicas que se dan el suelo, permitiendo así que las plantas y otros organismos se suplan de nutrientes inorgánicos tales como nitrógeno y fósforo, ademas de que influyen sobre la humedad y capacidad buffer del suelo, fijan en el suelo el nitrógeno atmosférico y participan en algunas transformaciones enzimáticas fundamentales como son la nitrificación y oxidación del azufre. 1
Es importante saber que existen bacterias a las que se les ha asociado como agentes de control biológico en el suelo, puesto que en su proceso metabólico originan sustancias que inhiben la actividad de otros microorganismos patógenos del suelo, dando lugar a una protección radicular en las plantas superiores. 2
Figura 1. Bacterias nitrificantes.
Tomada de: Google Imagenes.

b) Hongos.



Los hongos son organismos pluricelulares que crecen como largas hebras ramificadas, llamadas hifas, a través de las partículas del suelo y de las raíces de las plantas. El conjunto de hifas del hongo se llama micelio. Sólo algunos hongos son unicelulares, como las levaduras. Puede existir hasta un millón de microorganismos de este tipo por gramo de suelo. Si bien los hongos son organismos microscópicos, las estructuras de fructificación de muchos de ellos son visibles; por ejemplo, cuando recorremos un monte en otoño, las reconocemos como setas en la superficie del suelo o en la corteza de algunos árboles. 3

Los hongos también se pueden clasificar en tres grupos funcionales: 

1. El grupo de descomponedores, lo integran los hongos saprofíticos que convierten la materia orgánica muerta en biomasa disponible para otros organismos. Juegan un papel fundamental en los procesos de descomposición, ya que utilizan compuestos complejos como los residuos fibrosos de las plantas, ricos en celulosa y lignina, y los convierten en formas simples. 

2. El grupo de mutualistas, lo componen los hongos micorríticos; colonizan las raíces y toman carbono de la planta, y simultáneamente le facilitan a la misma la absorción de fósforo y otros nutrientes del suelo. 

3. Finalmente, el grupo de los patógenos, está constituido por hongos que invaden los tejidos vegetales; causan una reducción de la producción y la muerte de las plantas. Un ejemplo es Fusarium, que puede producir la podredumbre de la semilla o de las pequeñas plántulas y su presencia en el suelo afecta la implantación de los cultivos. 

Los hongos juegan un importante papel en la nutrición de las plantas, porque forman asociaciones con sus raíces llamadas micorrizas, por lo menos en el 85% de las plantas se presentan asociaciones micorrícicas; además, compiten activamente con la planta por nitratos y amonio. El micelio de algunos de ellos puede causar hidrofobicidad en el suelo. Son abundantes las especies fitopatógenas.

Influencia en el suelo: ·Los hongos forman y estabilizan estructura en el suelo, con su micelio. Intervienen en los procesos de transformación de la materia orgánica del suelo; Algunos hongos, como el penicillum, ejercen control sobre las poblaciones de microorganismos en el suelo, mediante la producción de antibióticos.
 
 
Figura 2. Micorrizas
Tomada de: Google Imágenes

c) Las Algas

Las algas son organismos fotoautótrofos importantes en el proceso de colonización del material parental. Ellas inician el proceso de formación de suelo. Además, en suelos ya formados, son una fuente importante de materia orgánica.Estas, son fotosintéticas y requieren acceso a la luz pero no sólo se encuentran en las primeras capas de la superficie. Las algas terrestres son más pequeñas y estructuralmente más simples que las acuáticas.

Las algas no tienen incidencia en la mineralización de la materia orgánica, pero son organismos productores y, en muchos casos, fijadores de nitrógeno atmosférico. En la superficie, su número puede oscilar entre 100.000 y 800.000 por gramo de suelo. 

Genneralmente las algas pueden ser clasificadas en cuatro grupos: Clorofíceas de color verde, Cianofíceas de color azul-verdoso, Bacilariofíceas o diatomeas y Xantofíceas de color amartillo-verdoso.

La gran mayoría se caracterizan por la posesión de nutrición fotoautotrófica, es decir precisan solamente de luz, agua y dióxido de carbono. Sin embargo cuando viven en la oscuridad pueden ser heterótrofos facultativos, tomando energía de la oxidación del carbono orgánico. Algunas especies pueden tomar el nitrógeno molecular, al igual que ocurre con las bacterias fijadoras de nitrógeno. Son moderadamente adaptables al cambio de ambiente y logran persistir en medios alcalinos y desérticos. Tienden a concentrarse en la superficie o inmediatamente debajo de ella aunque también puedan encontrarse a mayores profundidades, de hasta un metro, donde parece que algunas razas pueden seguir proliferando aún en total ausencia de luz.

La participación de las algas en las propiedades físicas de los suelos, se deben a que contribuyen en la formación de los agregados así como también en la aireación al liberar oxigeno como producto de su fotosíntesis, y en las propiedades químicas se debe al aporte de su propia composición (Nitrógeno inorgánico, carbono orgánico y fósforo). 2

Figura 3. Bacilariofíceas o diatomeas
Tomada de: Google Imágenes.


d) Actinomicetos


Los actinomicetos son organismos muy activos en la descomposición de celulosa y de otros compuestos orgánicos más resistentes y complejos del suelo, por lo cual son importantes en la humificación de la materia orgánica. Cuentan con una gran capacidad para formar agregados filiformes y tienen aproximadamente una micra de espesor.
Los actinomicetos son numerosos y están ampliamente distribuidos no solamente en el suelo, desde su superficie hasta grandes profundidades, sino en abonos, cieno de los ríos y fondo de los lagos. En general prefieren los medios alcalinos y son predominantemente saprófitos aunque se conocen patógenos de plantas, animales domésticos e incluso humanos. Los actinomicetos son aerobios y de gran importancia en relación con la disolución de la materia orgánica del suelo y la liberación de nutrientes de ella. 5

Algunos actinomicetos secretan sustancias probióticas o antibióticas al medio. Otros son parásitos de plantas superiores. En un gramo de suelo pueden existir entre 15 y 20 millones de hongos actinomicetos. 6

En la base de la clasificación ocupan una posición intermedia entre los mohos (hongos) y las bacterias. Los actinomicetos se desarrollan mejor en la humedad y en un suelo bien aireado, además son sensibles a las condiciones de ácidez del suelo. Algunos géneros importantes de Actinomicetos son: Anthrobacter, Nocardia, Streptomyces (productoras de antibióticos), Frankia (importante por su capacidad de asociarse con especies forestales y fijar nitrógeno).

Figura 4. Actinomiceto del desierto.
Tomado de: Google Imagénes.

e) Líquenes

Los líquenes consisten en la asociación entre un alga o cianobacteria y un hongo (generalmente un ascomiceto). Este tipo de asociación permite que el liquen colonice hábitats en los que ni hongos ni algas pueden vivir de forma independiente. Los líquenes son muy eficientes en la utilización del nitrógeno atmosférico. 6

La importancia de los líquenes radica en que son los microorganismos encargados de empezar el desgaste bioquímico de las rocas en ambientes inhóspitos, conduciendo finalmente a la formación del suelo. En general crecen muy lentamente (unos cuantos milímetros al año), debido a que son uno de los pocos organismos capaces de colonizar superficies tan inhóspitas como las rocas, son de los pocos microorganismos que pueden soportar temperaturas extremas, desecamiento y exposición a rayos ultravioleta. 7

Figura 5. Liquen en el suelo de un bosque boreal.
Tomado de: Google Imagénes.

Referencias

1. Bckman, H. O., & Brady, N. C. (1977). Naturaleza y propiedades de los suelos. Barcelona: Montaner y Simón, S.A.

2. Gómez F. E., & Gómez R., G. (1979). Interacción suelo-planta-microorganismos. Medellín, Colombia: Universidad Nacional de Colombia.

3. Altier. N.  La biodiversidad del suelo. INIA

4. Burbano, H. (1989). El Suelo: Una visión sobre sus componentes biorgánicos.Pasto: Universidad de Nariño.

5. Jaramillo, D. F. (2002). Introducción a la ciencia del suelo. Medellín: Universidad Nacional de Colombia.

6. Jordan L., A. (2006). Manual de edafología. España: Universidad de Sevilla.

7. Coyne, M. (2000). Microbiología del suelo: un enfoque exploratorio. Madrid: Paraninfo.

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